El presente año Sergi Roberto, Jonathan Dos Santos, Marc
Muniesa, Marc Bartra y Martín Montoya dejan de pertenecer al Barcelona B y dan
el salto definitivo al primer equipo. Marc se ha roto de nuevo. La lesión de
Thiago influirá en los minutos que dispondrán los dos primeros como piezas de
recambio. A eso debemos añadir que Xavi cuenta con un plan especial para dosificar
y distribuir las cargas a lo largo del extenso calendario. El año pasado –para suplir
a Busi–, Pep le cedió a Thiago la posición de cuatro para crear la ventaja
desde su gesto técnico. También Keita tuvo sus minutos como mediocentro.
Ante la partida de uno y la lesión del otro, es el momento de Jonathan. Ante Hamburgo y Raja Casablanca, ocupó el mediocentro. Las
sensaciones que dejó son más que positivas. Como es lógico, no esperemos que desde ya tenga
un dominio de pase en el eje vertical. Busi en 2009 tampoco lo tuvo, fue aprendiéndolo
poco a poco.
Como es habitual en la fase inicial se dibuja un 2-4-4.
Matiz importante, la libertad de Messi para acudir a la base o buscar recibir
entrelíneas. Paralelo a Jonathan en el
doble pivote se coloca Sergi Roberto. La amplitud a lo ancho que conlleva
defender contra el Barça con dos líneas de cuatro exige una altísima cuota
de concentración y derroche físico de los mediocampistas rivales, ya que se
defiende en zona el lado fuerte y hay que bascular rápidamente ante los cambios
de orientación para que tu transición defensiva sea coordinada. Quieras o no,
están encima de ti. Y esta es la parte “fácil”,
recuperarla. Lo difícil es una vez recuperado el balón, el colectivo debe
cambiar la mentalidad de defensa a ataque en cuestión de nada, la presión es
asfixiante, el error es inducido y cuando te das cuenta estás corriendo desalentado
detrás del mejor jugador del mundo. Aquí es donde Dos Santos destruye al equipo
marroquí, en la lectura-posicionamiento que le permita anticipar, cortar o
simplemente estorbar. Tercer, cuarto y quinto gol. Jonathan on fire. Se proyecta como un jugador más
de base que de apoyo. Esperemos.
Sergi Roberto es definitivamente
el apoyo, despliegue físico envidiable. Apoyos ofensivos en todo el eje
horizontal, es muy inteligente al momento de crear rondos. De Rafinha se rescata su ubicación
entrelíneas y su innegociable actitud. Además, las pérdidas en el área rival han
permitido evaluar el desempeño de la zaga culé. Bartra interpreta los movimientos
por delante de él. Con balón, pase en corto para la transición colectiva y pase
largo buscando la ruptura del extremo. Sin balón, adecúa su posición junto al
punta rival más avanzado, limita el espacio efectivo. Mascherano, la escoba. Pareja
que promete.
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