La Champions League es la competición donde se juega el mejor fútbol del mundo. Ninguna otra competencia en el mundo le supera en ritmo de juego. El 99% de estos partidos no se ganan sin antes competir. Y es que ante jugadores tan dominantes muchas veces la táctica juega un papel fundamental, pues en ocasiones es preferible cambiar el sistema para jugar con uno debajo de tus posibilidades, adaptando tu juego al del rival, reinventarte, y así poder conseguir algo que en el fútbol moderno, tan volátil y devenido al negocio, no está al alcance de cualquier club: competir. A continuación, se analizará la ida de los ocho enfrentamientos de la ronda de octavos de final de la Copa de Europa 2013/14.
AC Milan vs. Atlético de Madrid
El Atlético ahora mismo es mejor equipo que los dirigidos por Allegri. Sin
embargo, la ventaja a priori no parece ser rojiblanca. Milan arranca la llave
de local, pero le convendría largamente jugar como si fuera visitante,
renunciando gradualmente a la posesión y haciéndose de esta manera un rival
durísimo para los colíderes de la Liga BBVA. Balotelli es mucho mejor atacando
al espacio que en estático. Si el Milan decide entregar el balón, haciéndose
estrecho horizontalmente y defendiendo bandas con el sacrificio defensivo de El
Sharaawy, obligará al Atlético a cambiar el lugar donde genera las
superioridades –las bandas–. Así, los de Simeone tendrán que buscar superioridades donde no están tan acostumbrados
a crearlas.
Por otro lado, la altura a la que Simeone ubique a sus
laterales en ataque posicional determinará el desarrollo del partido. Ha pasado
en Liga que el Atlético se ve autosuficiente: Filipe Luis y especialmente
Juanfrán permanecen tranquilos en
mediocampo, sin comprometer su espalda y, gracias a la calidad de Koke, Arda y Costa, el Atleti logra vivir en ataque
posicional durante largos minutos, desgastando al rival gradualmente, y tapando
todo intento de transición. Sin embargo,
en San Siro, Kakà -Balotelli están al frente. Ellos superan de
largo a la calidad promedio de transición ofensiva de la liga española. La
sobriedad de Godín y Miranda será clave. Además la ausencia de Montolivo dará
paso a De Jong y Muntari, jugadores de grandioso nivel físico; por lo que será complicadísimo
para Gabi y Mario Suárez monopolizar la
segunda jugada. San Siro demandará a los jugadores a ir en busca del gol. Esto
el Cholo lo agradece: siempre está la posibilidad de empezar por ceder balón y campo, erigir su muralla y desde ahí
lanzar sus cartas.
Manchester City vs. FC Barcelona
Messi llegará al Etihad a un nivel incierto. Manuel Pellegrini deberá evaluar y
tomar una decisión. Su pareja de mediocentros no lograr compenetrarse. Por
ello, para defender contra Leo, el técnico chileno deberá considerar la
alternativa de acompañar a Yaya Touré y Fernandinho con Javi García y dar consistencia
al mediocampo. Por lo que el City jugaría en punta solo con Agüero, quien no
debería tener problemas para recuperarse de la lesión y llegar a tope para el
partido.
Es cierto también que optar una doble punta con Agüero y
Negredo sacaría mucho rédito del presente nivel defensivo del Barcelona.
Mascherano se proyecta como central titular y en partidos de esta envergadura,
donde inevitablemente los azulgranas sufrirán minutos en defensa posicional, salen
a la luz las carencias del argentino.
Un desmarque de Agüero, una conducción frenética de Touré Yayá o Jesús Navas… la transición del City es cosa seria. Martino será cauteloso e
intentará conservar más la posesión de balón. De esta manera, Xavi e Iniesta se
proyectan titulares para desempeñar esta función, escudados a la vez por Alba y
Alves que se proyectarán en contadas ocasiones dando preferencia a ubicarse
detrás de la línea del balón. En este contexto, la potencia de Alexis Sánchez es fundamental para hacer recular a
los citizens y dar a Xavi e Iniesta
unos cuantos metros de cancha valiosísimos.
Otro contexto tal vez con menos posibilidad pero también muy
válido es la adaptación de Martino. Tiene nombre propio ya desde hace muchos partidos:
Alex Song. Si la confianza en la pareja Xavi-Iniesta no es la óptima como para
pretender un 63-64% de posesión, sería un recurso inteligente acompañar a Busquets con el camerunés.
Arsenal vs. Bayern de Munich
Ante caras ya conocidas aparecen otras interesantísimas que
se prestan para el análisis, que se identifican con el nuevo estilo de juego
que ha implantado Pep Guardiola en su Bayern –el fútbol-control–, dejando de
lado la omnipresencia del Schweinsteiger + Javi Martínez de Heynkes. Hablamos
de Thiago Alcántara, Toni Kroos, Mario Götze, Mesut Özil.
¿Cuál es la posición de Thiago Alcántara? Ni él ni Guardiola
lo saben, y pasarán quizás un par de años para responder a esta
pregunta. Juega de interior, de mediapunta, incluso ha alternado como
mediocentro en el Bayern. Pero ahora, no encaja en ninguna de esas etiquetas
puesto que no responde con el nivel exigido a la totalidad de funciones que
exige cada posición. Thiago es más bien un híbrido de mediocampista, y además tiene gol. Cuando ocupa la
mediapunta, amenaza permanentemente la conquista de la frontal del área gracias a sus recursos técnicos de estirpe
brasileña. Tiene la capacidad de presionar alto tras perdida, mete el pie y
recupera, gracias a su formación en La Masía. A pesar de ello no es tan bueno
recibiendo entre líneas, labor en la que Götze es de lejos el mejor de la plantilla bávara. Llevarlo al interior le facilita el juego de
cara. Pero el español, hay que decirlo, exagera la pausa, juega lento, arriesga
donde no se le permite. Domina todas las superficies del pie, domina el balón,
pero no domina el juego. Jugar con Thiago en el Emirates, a costa de arriesgar
la transición defensiva, es poco probable. Seguramente Kroos sea el hombre de
partida. Toni ya suele complementar movimientos de dentro-fuera con los
fuera-dentro de Robben. Ante el Raja Casablanca, se pudo ver que el Bayern se
va pareciendo cada vez más a lo que quiere Pep, aunque con muchas lagunas de
desconexión en mental en los segundos
tiempos. Se ha logrado una solidez defensiva a partir de la posesión del balón.
Guardiola lo va logrando de a pocos en tan solo algunos meses. El secreto del
Bayern estará en circular rápido el balón en el carril central, mantener
ocupados a Flamini y Arteta/Ramsey para provocar situaciones de 1x1 en Ribery o
Robben.
Con Bastian lesionado, Javi Martínez aparece como necesario
para enfrentar al Arsenal. Sin embargo,
desde la posesión se defiende mejor con Lahm de mediocentro, por lo que podríamos ver al vasco
jugando a mayor altura, quizá presionando la salida de Arteta, como ya ha hecho
alguna vez contra un genio como Gündogan. En el Emirates, el Lahm + Martínez +
Kroos tiene enteros. La permanente movilidad y permutas de los mediapuntas del
club londinense son el atractivo principal de la Premier. Tanto así que
Mourinho tuvo que diseñar un plan para controlar a los jugones y
rascar un punto. El mejor es Mesut Özil. Es creatividad vertical, tal vez el
mejor ejecutor de contragolpes del mundo día de hoy. Vive siempre delante de la
línea del balón, domina el juego entre líneas, espacio reducido, cambio de
ritmo, pase final, lo tiene todo. Özil necesita velocidad delante de él para interpretar y lanzar. Giroud no la tiene, por ello
Wenger le tira a Walcott. Más bien, el trabajo de Giroud consistirá en pivotar
a Özil y Ramsey, leer a Dante y sacar provecho de su
tendencia por la anticipación y ganar en ruptura corta. Wenger seguramente renunciará a la disputa del
balón, teniendo en cuenta el nivelazo de Metersacker y Flamini. Para esto, el
ex AC Milan jugando de mediocentro es indispensable, con él los gunners logran
un equilibrio táctico que hace muchos años no se veía por el Emirates.
Galatasaray vs Chelsea
El Chelsea de Mourinho todavía no es un equipo de Mourinho.
Si bien Mou está construyendo un sistema de juego directo, con elaboración
sencilla, sus mediapuntas son más de corte técnico y menos físico de lo que Mou
pueda desear. Este el caso de Juan Mata. Suplente con Mou cuando la
temporada pasada fue el mejor jugador del Chelsea. Mourinho le exige más
recorrido, menos segundos de cuero en el pie y Juan, pues nunca ha sido eso.
Óscar, por otro lado, se ha convertido en un mediapunta al
más puro estilo Mourinho. Muy aparte de su calidad técnica, impresiona su
capacidad de sacrificio para tareas defensivas. Corre como nadie para
entorpecer la salida del rival, apoya para tapar líneas de pase y recupera el
balón gracias a su lectura de juego. La salida del Chelsea es un balonazo en
largo de Cech. Óscar se desmarca agresivamente hacia las bandas o hacia el gol,
cambia rápidamente la mentalidad ofensiva por la defensiva, está atento a los
rebotes. Mou, ni tonto, le mima.
Los dolores de cabeza de Mourinho están en su línea
defensiva, por mucho que él quiera justificarlo todo en la pobre racha
goleadora de Fernando Torres. La pareja Terry – Cahill esta temporada no da el
nivel y a esto se le suma un David Luiz, que desde que llegó Mourinho es otro
jugador, para mal. Por no querer arriesgar en posiciones avanzadas para un
central, el jugador se ha desnaturalizado. El pobre desempeño de la zaga blue hace latente la posibilidad de que
Drogba pueda crear peligro con muy muy poquito. Ojo con el choque de estos
pesos pesados: Drogba vs. Terry.
A pesar de esto, el Chelsea es favorito contra el
Galatasaray. El cuadro de Estambul es un caos táctico en su línea de cinco defensas y no se le puede considerar un
equipo competitivo. Hazard puede explotar el desorden de Eboué y ganar
permanentemente su espalda. Puestas sus esperanzas en su trío Yilmaz-Sneijder-Drogba,
encomendarse a Muslera, y más allá de la efervescencia de Estambul, Roberto Mancini poco
margen de maniobra tiene para hacer frente a un Chelsea, si bien de poca clase,
de grandes individualidades. Mourinho dará la orden de esperar al Galata desde
su 4-2-3-1, ofrecerle la ilusión de dominar el partido, guardar la posición,
trabajar en la recuperación y desequilibrar desde el talento de sus
mediapuntas. Queda pendiente la pegada.
Zenit St. Petersburg vs. Borussia Dortmund
Ya con pocas posibilidades de pelear por ser campeón de la
Bundesliga, el conjunto de Jurgen Klopp pondrá todos sus esfuerzos en la Copa
de Europa. Las lesiones, la salida de Götze, la lesión del genio de Gelsenkirchen, hacen que el BVB no sea el mismo
equipo que sometió al Bayern de Munich de Heynkes durante todo primer tiempo de
la última final de Champions League. Al frente está el Zenit de Hulk y Witsel, el equipo más débil de los 16 finalistas, un equipo
clasificado con tan solo una victoria en fase de grupos y de poca autoconfianza.
En Rusia preocupa la falta de puntería de cara al gol de Hulk. El Dortmund
no necesitará de mucha circulación para desordenar el sistema defensivo de los
celestes. A partir de la agilidad de Marco Reus y Pierre Emerick-Aubameyang, se prevé que puedan dominar el encuentro
y empujar al Zenit contra su propia portería.
Se espera que Ilkay esté recuperado de la lesión y sea de la
partida. Su gestión en la base, sus cambios de orientación, su mando de la
transición defensa-ataque y su incidencia en la frontal se echan mucho de menos
en el Signal Iduna Park. El mediocentro será importantísimo para la ofensiva
del Borussia, especialmente ahora que se cuestiona la creatividad de
Mkhitarayan en el carril central. Será un bonito duelo en la mitad del campo
que determinará para dónde se inclina la balanza: Gündogan vs. Witsel.
Schalke 04 vs. Real Madrid
Julian Draxler no está contento. A la estrella de
Gelsenkirchen le han movido de su posición de enganche y le han desplazado
hacia la banda izquierda, para dar paso a Max Meyer, otro muy buen proyecto de
futbolista, en esa posición. El Schalke
es un equipo irregular que no ha encontrado a mitad de temporada un equilibrio
entre sus líneas. Draxler asiste con pases entre líneas, tiene movilidad para recibir al espacio sin balón. Pero para esto, Julian necesita menos sacrificio
defensivo, una mayor libertad posicional que su entrenador no se la concede. Draxler-Meyer-Farfán,
crean juego para Huntelaar. Contra el Madrid, seguramente Boateng se hará un
hueco en la banda izquierda trabajando defensivamente, y Draxler tendrá su
deseado carril central. Con Sergio Ramos en un nivel calamitoso, el Schalke
tendrá sus opciones para hacer daño.
Por el lado de los merengues, Xabi Alonso como estandarte de
equilibrio es irremplazable para Ancelotti. Con él todo el equipo mejora, el
tolosarra impone equilibrio. Ante la lesión de Khedira, Illarramendi para los
partidos grandes es titularísimo, pues el rol que desempeña escasea en la
plantilla actual de los blancos: ordena con balón. Con Asier como interior derecho, el Madrid defiende mejor
porque defiende menos. Otorga mayor posesión al equipo, lleva la pérdida a
mayor altura, el equipo se posiciona y presiona el espacio reducido.
Por otro lado, Casemiro aún no está para ser titular, le
falta aún visión para proyectar el juego de su equipo, no tiene el ritmo
necesario para ganar esa fracción de segundo que hace posible la creación de
las ventajas. Nada tiene que ver esto con la calidad de sus envíos en largo, su
físico imponente y su actividad constante. El interior izquierdo, lo ocupará
Modric o Isco, aunque el ex Málaga no esté todavía para jugar contra un Bayern
o Barcelona dentro del sistema de Ancelotti –contra ellos jugaría Modric–,
tiene mucha incidencia sobre el resultado. La otra opción que contempla
Ancelotti sería el menos exigente pero más fiable 4-2-3-1: con Alonso – Modric
en la base y Cristiano – Isco – Bale/Di María en mediapunta. Pero si Carletto
apuesta por un proyecto ganador, debe aprovechar la sexta posición del Schalke
en Bundesliga para poner a prueba su idea. El encuentro dependerá en definitiva
de qué tan bien el Schalke tape las líneas de pase del Madrid. Y sobre
Cristiano Ronaldo, bueno… su batalla será directamente con Hildebrandt.
Paris
Saint-Germain vs. Bayer Leverkusen
El PSG es un candidato a ganar la Champions. El proyecto de
Leonardo hoy en día es una realidad. El 4-3-3 de Laurent Blanc es inamovible y
se sustenta desde la posesión. Para ser más precisos, se sustenta desde Marco
Verratti. A sus 21 años, Verratti se ha convertido para Blanc lo que fue Xavi
para Guardiola en el 2011: la piedra sobre la que se edifica todo su sistema de
juego. La influencia de este chico en el juego de su equipo es totalmente
jerárquica. Blanc quiere controlar el juego. Es guardiolismo: tenerla en una
pequeña parcela, ordenarse, juntarse, moverla rápido y liberar a zona débil para
intentar crear la ventaja. Zlatan recibe por todo el frente de ataque y Cavani
compensa todos sus movimientos. Al medio Thiago Motta en su mejor versión,
Verratti y Matuidi. El de Pescara y el de Toulouse son capaces de ir a
presionar la base de la jugada rival, acompasados por un sistema de relevos
defensivos que está muy bien aceitado. Atrás Thiago Silva –para mí, el mejor
central del mundo– pelea contra la referencia rival y Marquinhos se ocupa del
espacio liberado: se complementan a la perfección.
El Bayer ahora mismo es el segundo mejor equipo de Alemania,
pero jugarán a lo que el PSG les permita. La llegada de Heung-Min Son al conjunto alemán, junto a la presencia de Sidney Sam,
hacen del Bayer un equipo de extremos. Hyppia busca crearles la ventaja para
que ellos puedan correr. Pura verticalidad. Kiessling es el punta, a pesar de su aparente letargo, es un jugador que sabe
encontrarse los espacios, tira bien los apoyos y su juego de espaldas es
aceptable. El club de la farmacéutica olerá poco balón, porque no están
capacitados y el PSG tampoco se lo permitirá. EL principal defecto es que en
Europa le falta intensidad, y sobre todo experiencia –imposible pretender
trascender en Champions si no se cuenta con este activo–. Sus laterales,
Hilbert y Boenisch son bastante lentos, y esto puede ser presa fácil para
Lavezzi o Lucas Moura. Sus centrales, Toprak y Spahic,
también son poco ágiles, por lo que alguna desorganización en la altura de sus
mediocampistas puede desencadenar la pegada de Zlatan.
Olympiakos vs Manchester United
El Manchester United, con Alex Ferguson, podría ser campeón
de la Premier League cada año, pero eso significaría seguir siendo segundo en Europa. Había que reinventar y Sir Alex era consciente de ello. Para
conquistar la Orejona, Fergie delegó la posta a Moyes. Y con él llegó la pausa.
Fellaini es la incorporación para los red devils para esta temporada. ¿Realmente era lo que necesitaban? No, necesitaban un jugador que cubra una función orientada al manejo
con balón, a la administración, que sea complemento de Carrick. Aun así, mejora
lo que antes había. Moyes heredó a un Manchester que seguía liderando la
Premier pero que en Europa había dejado de gravitar. Su pareja Carrick –
Fellaini es cuestionada y con razón, el belga no provee el ritmo necesario al equipo y
esto se traduce en una falta de identidad colectiva. Los directos afectados son
Valencia, Ashley Young, Welbeck; futbolistas que necesitan del buen ritmo del
equipo para desplegar su mejor fútbol. La pelota les llega sin ventajas, muy en
estático. De ahí se entiende la alternancia como titular de Januzaj, joven
promesa, le gusta parar el balón antes de iniciar la carrera, decidir y
asociarse. Además, llama la atención la suplencia absoluta de Shinji Kagawa.
Ubicado el punto débil del equipo de Moyes, el secreto para
ganar el partido para el Olympiakos radica en la batalla que sostendrá Giannis Maniatis en el círculo central, intentando filtrar el balón a la
espalda de Carrick. Los griegos tienen a Kostas Mitroglou, y dado el mal momento que atraviesan Vidic, Evans y
Smalling, podrían plantar cara. Kostas tiene un excelente juego de
espaldas, usa su cuerpo efectivamente para proteger el balón, su remate de
media distancia es muy potente, y de cara al arco tiene sus cositas.
Por más que el United no logre sistematizar su fútbol de
pausa, Ferguson sigue presente: Valencia, Rooney y Van Persie a la contra son
letales. Wayne y Robin solo necesitan de una jugada, –así sea en estático– para
ser indefendibles.
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