Análisis del partido Sevilla vs Barcelona (0-2) de la Liga Española. Sánchez Pizjuán.
Míchel quiso recuperar la pelota lo más cerca posible del arco del Barcelona, mandó dos líneas de cuatro lejos de su arco, buscando profundidad con Reyes por izquierda y Navas por derecha, Kanoute de enganche y Manu del Moral como único punta. Iniesta de extremo y Cesc de interior. El marco táctico se pareció al partido contra el Bayer Leverkusen, solo que los sevillistas estuvieron mucho mejor en la presión sobre los lanzadores del Barça.
La batalla fue en mitad de
cancha, Pep como siempre quiso acumular gente por el medio con Xavi, Cesc, Messi
y Pedro con continuas diagonales fuera-dentro desde el extremo derecho
permitiendo la proyección de Dani Alves. Sin embargo, la profundidad de Alves
fue un arma de doble filo. Cuando Sevilla recuperaba, Manu del Moral fue un peligro
constante para un Piqué muy solitario y de pésimo primer tiempo. Tanto así que
Guardiola le ordenó intercambiar posiciones con Mascherano. El Jefecito se sale
partido a partido y se ha convertido en el seguro de vida de Pep.
Xavi organizaba desde
la base, en la figura 2 él es quien lleva el balón, sabe hacerse un espacio y
antes que Medel logre presionarlo cambia de frente hacia Alves, que se proyecta
a espaldas de Reyes. Es impresionante la cantidad de rivales que se carga Messi
(Spahic al no tener referencia le cierra el espacio entre líneas). Cesc se posiciona en todo el frente de ataque buscando una línea de
pase por lo que Reyes debe defender este espacio. Resultado: Alves libre y
Reyes debe correr hacia atrás. Pedro tira la diagonal y se desencadena el peligro.
¿Por qué pierde el Sevilla?
Fue bueno el trabajo de presión
del Sevilla. Más que apuntar a algún defecto de los blancos yo me inclino por resaltar
la prolijidad de la transición ofensiva del Barcelona, que logró zafar de la presión a base de
movilidad en centro de campo con Messi y Pedro y sobre todo la calidad de Xavi,
Iniesta y Cesc al momento de pasar el balón. El pase al primer toque
desacomoda, las lecturas de los defensores requieren mayor velocidad de
ejecución (muchas veces esto resulta utópico si tenemos en cuenta que en el equipo
contrario juegan Balones de Oro, Plata y
Bronce) y aparecen las rupturas. Pedro estira a lo largo y arrastra la defensa, socio
silencioso de Messi, quien conduce y atrae rivales, los junta, los junta, los
junta y descarga. Cesc parte desde dentro pero corre hacia fuera, intercambia
posiciones continuamente con Iniesta, que hace el movimiento contrario.
En la tercera imagen Mascherano tiene el balón, se la pasa
a Messi saltando toda la presión, la salida no es prolija pero aquí está la idea.
Los extremos tiran diagonales en transición ofensiva y Xavi y Cesc llegan desde
segunda línea: superioridad numérica. Casi todos los ataques culés de peligro se produjeron de esta
manera, nada de tejer la red ni mecer la cuna, todo lo contrario, pases rápidos
y precisos. Cesc se dio por bien servido y sacó todo su repertorio: pases a la
espalda, al espacio, al pie, a media altura, borde interno y externo. Cabe
resaltar que el resultado se quedó corto por las grandes actuaciones de ambos porteros, Palop y Valdés, masters en el uno contra uno.
Próximo análisis: Barcelona vs Granada
Buen analisis!!! Lo que no se aprecia en un partido se puede ver mejor aqui" para mas detalles" JGHernandezEP
ResponderEliminarMolt bon anàlisis, a partir d'ara et segueixo.
ResponderEliminarLo curioso es que des de que llegó Cesc, más que nunca, el juego parece concentrarse por el centro, pero a la vez, las diagonales de los extremos -si los asistentes (Xavi, Cesc e Iniesta)logran conectar con ellos, son más mortíferas porque pueden lanzarlas mucho más encaradas a porteria; además, de que para los laterales, luego queda el carril despejado para llegar o amenazar con su sola presencia y crear superioridad.
Cuando jugamos fijando los extremos, con Cuenca o Tello, es al revés, el pasillo y las diagonales, muchas veces, son para los laterales.