Racing salió con un 4-5-1. Doble pivote y doble
marcador en bandas. Única punta Babacar, quien no pateó una sola vez a la
portería de Víctor Valdés. Es más, el Racing no pateó nunca. Barcelona 3-4-3:
Alves, Masche, Puyol; Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc; Cuenca, Messi y Pedro. Todo el
Racing se plantó en su mitad de campo para minimizar espacios y defender por acumulación.
Película repetida. Táctica simple, pero muchas veces efectiva. El Barça araña debe tejer su red de pases
para encontrar espacios, forzar la basculación del rival, mecer la cuna, de
arriba a abajo, de derecha a izquierda o como ellos quieran. Cesc y Messi,
falsos 9. Busi, híbrido de mediocentro-central.
Mascherano, guardián del círculo central. Nueve
camisetas blaugranas en campo contrario, incluido Puyol, atentas ante cualquier
error. Recuperación inmediata. Esta vez no fue la presión insaciante, sino
simplemente las correctas posiciones de los jugadores, distribuidas para no liberar
espacios. La intensidad del Racing no fue máxima.
Posesiones largas, larguísimas. Consecuencia:
partido a ritmo de trote para los culés. Estadísticas de pases y efectividad:
Xavi 123 (96%), Iniesta 100 (96%), Cesc 99 (84%), Busi 76 (95%), Keita 12 (92%).
Los de Guardiola solo tuvieron que recurrir a la falta cinco veces, todas por Alves.
Barcelona no se rinde en la liga, y todos los
jugadores siguen a gran nivel. A excepción de Piqué que hoy no jugó y Pedro, extremo
de equipo, generosos movimientos sin balón pero delantero al fin y al cabo. Y
delantero vive del gol.
Pole: 1º Iniesta 2º Xavi 3º Messi
Conclusión: El Barça no debe distinguir ataque de
defensa. Casi nunca corre hacia atrás, la fobia de Pep. La organización es por
el balón (instrumento) y para el balón (identidad).
“Hemos defendido bien porque hemos atacado
bien” - Pep Guardiola.
Próximo análisis: Sevilla vs Barcelona
No hay comentarios:
Publicar un comentario